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sábado, 15 de septiembre de 2012

LA DAMA DE LAS SERPIENTES (Capítulo Octavo y último)

   "Así pues, se decidieron a plantar las misteriosas semillas.
Llegando los meses de calor, comenzaron a brotar unas espigas verdes, que pronto se volvieros amarillas.Y cada una de esas espigas venía cargada de granos dorados, iguales que los que habían salido del vientre de Potnia.

Pasado un tiempo, el nuevo cultivo fue conocido por la gente de los poblados, y se extendió por toda la isla.
De este modo, los campos amarillos llegaron a inundar de prosperidad todo el territorio, ondeando con el paso del viento, como pequeñas lagunas doradas.
Y así fue como dio comienzo la Era del Trigo, la prometida Edad de Oro.

Potnia-Theron, y Minos, su consorte, vivieron en la isla durante muchos años, y cuando llegaba la época de la siembra, recordaban su primer encuentro mediante un rito de fertilidad, a través del cual conseguían que las cosechas fuesen prolíficas y generosas para todos los habitantes de la isla.

Estos ritos se mantuvieron durante cientos de años, y el tiempo transformó a Potnia-Theron en una diosa a la que, todavía hoy, los habitantes de la isla rinden homenaje mediante complejos rituales... Pero eso es algo que todos vosotros ya conocéis.

Así pues, mis iniciados, ya os ha sido descubierto el mayor secreto de nuestra próspera isla, que no debéis revelar bajo pena de muerte...
Aunque... yo pienso que no hace falta que os amenace con esto. Dudo mucho que alguno de vosotros quiera que los extranjeros se enteren de que nuestra simiente dorada, el mayor tesoro de nuestra isla, no es más que algo que una bruja meó un día...
 ¡AAAAAHAHAHAHAHA!! ay, sisisisisi... nunca me canso de contarlo, me encanta la cara que ponéis..."

FIN

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