.

sábado, 27 de noviembre de 2010

La Falacia del Caos (Anexos)

A pesar de que mi visión de los comportamientos sociales, es mucho más confusa que mi visión de los comportamientos individuales, creo que el post anterior necesita unas últimas puntadas.
¿Por qué la sociedad humana  es tan desequilibrada, cuando nuestra verdadera naturaleza no lo es? He aquí una posible respuesta:
Cualquier don o cualidad tiene su parte positiva o negativa, el ser humano posee un afán de superación mucho mayor que el de cualquier especie del planeta tierra, esto ha provocado por una parte, que hayamos conseguido avances mentales extraordinarios, pero por otra, ha puesto en movimiento la rueda de la ambición y la insatisfacción constante, que gira ya por inercia.
En positivo, este es un mecanismo que nos lleva hacia la evolución; en negativo, y poniéndonos apocalípticos, es el mismo mecanismo que nos puede llevar a la extinción.
A mayores, yo le sumaría las últimas circunstancias históricas que nos han tocado vivir. El siglo XX ha sido un siglo de rupturas, el momento en que las masas pudieron acceder a la información y a la realidad, y el momento en que se pasó de pensar que este mundo era un valle de lágrimas por el que no merecía la pena esforzarse, a pensar que nada es imposible. Y éstas son las dos caras de la misma moneda que nos llevan a un callejón sin salida; ya que la verdadera evolución implica cambiar de moneda.
El caso, cuando el hombre occidental tuvo que aceptar que no había un dios, optó por creer que él mismo era un dios, por encima del bien y del mal, y con infinitas posibilidades, como creen los niños. Y cualquiera que tenga dos dedos de frente es consciente de que hay limitaciones, y no tenemos que sentirnos inútiles por ello.
La cuestión es que, ante este panorama, mucha gente es incapaz de aceptar sus limitaciones, y no soportan que haya alguien por encima de ellos, pero siempre va a ser así, y se obsesionan por medrar, aplastando, aprovechándose, abusando o maltratando. Y por otro lado están los resignados, que creen que no ser dios implica ser un gusano, y se cruzan de brazos en un nihilismo aburrido que los convierte en zombies. Una tercera opción es aceptar nuestras limitaciones, y sacarle partido a nuestras cualidades, porque nunca dejamos de aprender, (aunque es cierto que, por desgracia, no todos partimos con las mismas ventajas, y según donde nazcas lo vas a tener más fácil o más difícil). De cualquier modo, esta última opción pasa bastante desapercibida en un mundo donde domina sobre todo la primera.
¿Esto es producto del sistema capitalista, o es esa mentalidad la que ha generado ese sistema? parece que se retroalimenta.
Como nota positiva, creo que el mundo evoluciona en ciclos, en espirales, y aunque ahora nos encontremos en la parte baja de la espiral, (en la que pululan todo tipo de personas contaminantes, corrompidas por el poder, o por las ansias de éste), de todo vamos a aprender, y confiemos en que, la tendencia natural al equilibrio que vive en todo organismo sea el que transforme el excesivo sistema actual en una organización humana más armónica, al menos durante unos años, y que nosostros lo veamos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario